Son muchos los clientes que llegan a nuestros Centros IconoDerm preguntando por la evolución del borrado en los diferentes colores de tatuaje.
Nos pregunta si se obtienen los mismos resultados al borrar el color rojo o el verde, si se precisan el mismo número de sesiones para unos colores u otros, etc.
Por todo ello y con el objetivo de ofrecer la máxima información a los clientes que acuden a los Centros IconoDerm., comenzamos hoy una serie de post en los que hablaremos de cómo se eliminarían los colores de tatuaje con el Láser que utilizamos.
Comenzaremos con el Rojo que quizás es uno de los colores más difíciles de eliminar.
El rojo uno de los colores más utilizados a la hora de realizar un tatuaje casi en el 35%, sobre todo en el momento actuaal. También es uno de los colores que más reacciones y/o alérgicas puede presentar, casi en un 30% de los tatuajes realizados. La reacción suele producirse aproximadamente al mes de finalizarse el tatuaje. La reacción que puede sufrir el cliente sería similar a una inflamación y puede deberse a la composición de las tintas rojas, que para presentar un color luminoso deberán contener metales pesados.
Las tintas rojas de tatuaje pueden contener derivados del monoazo, dioxido de titanio, componentes secundarios de ciertos metales pesados como: Plomo, arsénico, mercurio, cadmio, antimonio, selenio, ario, cromo, aminas aromáticas y cinabio. Lógicamente de cada uno de estos componentes las concentraciones serían mínimas, de lo contrario la persona tatuada enfermaría de inmediato.
Lógicamente al romper la partícula de pigmento rojo el organismo tendrá que eliminar más metales pesados y por tanto el proceso puede ser ligeramente más lento que con otros colores.
La tecnología foto acústica que utilizan los equipos Láser de IconoDerm se caracteriza por emitir una energía de alta intensidad, pero sin picos, ni puntos “calientes”. Siendo por tanto un sistema seguro, eficaz y que no causa daño al tejido circundante.